El Gobierno de Navarra abre este viernes un proceso de participación pública para enriquecer el anteproyecto que recoge esta medida
Los edificios de dos o más viviendas que alcancen o superen los 50 años y aquellos que, independientemente de su antigüedad, vayan a acoger actuaciones de rehabilitación protegida, deberán contar con un “informe de evaluación”, un documento que diagnosticará aspectos referidos a la seguridad, accesibilidad y habitabilidad, así como a la eficiencia energética. Ello redundará en la seguridad de los inquilinos y viandantes, y en la prevención del deterioro de las edificaciones.
Estos informes serán realizados por arquitectos, antiguos aparejadores y arquitectos técnicos, y fomentará la rehabilitación de edificios en un momento de menor actividad constructiva.
Según recoge el anteproyecto de decreto foral elaborado por el Gobierno de Navarra, el informe concluirá si el inmueble es o no apto. Se han establecido cuatro categorías: “apto”, cuando no existan deficiencias; “apto con deficiencias leves”, que pueden ser subsanadas durante los quince años de validez del informe; “no apto provisionalmente”, por deficiencias graves o generalizadas a corregir en menos de un año, cuando no representen peligro para usuarios del edificio o viandantes; y “no apto”, por deficiencias severas muy graves de difícil arreglo porque comprometen la estabilidad, o menos graves, que puedan corregirse mediante actuaciones de rehabilitación que podrán ser subvencionables, cuya subsanación precisa un plazo mayor a un año.
Proceso de participación pública
El Gobierno de Navarra abre este viernes, 5 de abril, un proceso de participación pública hasta el próximo 6 de mayo para que los agentes interesados y los ciudadanos en general puedan enriquecer el texto con sus aportaciones.