El EREN ha organizado una jornada para debatir sobre a aplicación de medidas de eficiencia energética en edificios patrimoniales
Ricardo González Mantero ha abierto esta jornada destacando que el amplísimo patrimonio cultural con que cuenta la Comunidad Autónoma de Castilla y León se debe preservar, pero al mismo tiempo, adaptándolo a las nuevas tecnologías energéticas que además de permitir un consumo más racional de la energía y optimizar este uso, permitirán su mejor conservación.
La rehabilitación patrimonial no se puede dejar de entender como estrechamente ligada al desarrollo tecnológico y al ahorro energético, buscando aplicar las técnicas más eficaces del mismo modo que todos los sectores se ven beneficiados por las actuaciones energéticas actuales, aprovechando las posibilidades que estas nos brindan.
Dadas las diferentes y peculiares características de los edificios patrimoniales deben evaluarse las distintas soluciones y alternativas para poner en marcha actuaciones que potencien la sostenibilidad social, económica, cultural y medioambiental, preservando, potenciando y difundiendo los valores culturales del patrimonio existente por un lado, y el análisis de distintas iniciativas de generación y aprovechamiento de energía por otro.
El objetivo, desde el EREN, es intentar que las intervenciones en los monumentos tengan en cuenta medidas de eficiencia energética que una vez aplicadas generarán un ahorro que puede reinvertirse en la propia rehabilitación del edificio. Algo que ya se está consiguiendo, por ejemplo con la instalación de lámparas de bajo consumo, sustituyendo las luminarias convencionales.
Se trabaja también en el desarrollo de proyectos para establecer procedimientos que guíen en la rehabilitación energética de edificios patrimoniales, ofreciendo unas medidas del efecto que van a tener las posibles acciones de mejora energética, lo que orienta a sus propietarios y gestores en la elección del sistema más adecuado.
Debe de tenerse en cuenta que cuando la rehabilitación afecta a edificios histórico-artísticos, el ahorro energético puede integrarse arquitectónicamente más fácilmente, utilizando por ejemplo, soluciones pasivas bioclimáticas.
Subrayó que desde el EREN, se pretende actuar en aquellos edificios donde la iniciativa privada no llegue en una primera fase, para facilitar después que esto se replique hacia otros bienes de valor patrimonial, donde ya pueden intervenir más directamente las empresas, por ejemplo para la reconversión de ese patrimonio en establecimientos hoteleros de gran calidad.
Es un objetivo en el que trabaja conjuntamente las distintas administraciones, en el de preservar, potenciar y difundir los valores culturales del patrimonio existente por un lado, y analizar las distintas iniciativas de generación y aprovechamiento de energía por otro.
Por ultimo hizo hincapié en que las intervenciones que se realicen en los monumentos tengan en cuenta medidas de eficiencia energética, y ese ahorro generado por la eficiencia energética podrá reinvertirse en la rehabilitación del propio edificio.