La Larixhaus, una casa de paja que se encuentra en la localidad de Collsuspina, Catalunya, ha alcanzado los exigentes requerimientos del estándar Passivhaus
La unión de altos niveles de eficiencia energética y confort con el uso de materiales naturales, permite al edificio tener mínimas pérdidas de calor en invierno y permanecer fresco durante el verano, gracias a un diseño bioclimático optimizado y a las 3,5 toneladas de aislamiento de paja cultivada en la Costa Brava.
Demostrando que la bioconstrucción con sistemas prefabricados ha llegado a la madurez, siendo compatible con los edificios de alta eficiencia energética, el siguiente paso será monitorizar los parámetros de confort y energía durante dos años, permitiendo comparar los datos simulados en proyecto con los de la realidad.