Los consumidores españoles afirman tener en cuenta la sostenibilidad en sus compras. Sin embargo, el precio sigue siendo el principal factor que orienta sus decisiones de consumo en el día a día.
Esta dicotomía aspiración-actuación es el fenómeno que se conoce como “Green gap” y que constituye una de las principales conclusiones del estudio “El dilema del consumidor en España”, presentado el pasado jueves por Cristina García – Orcoyen, directora gerente de la Fundación Entorno –BCSD España y Juan José Roque, socio de Deloitte y responsable de la industria de productos y servicios.
El 75% de los consumidores afirman que estarían dispuestos a pagar más por un producto que, además de ser funcional, contribuya a la sostenibilidad del entorno. Sin embargo, los mismos consumidores señalan como factor determinante en su decisión de compra la relación calidad-precio y, en segundo lugar, los aspectos relacionados con la salud. Un 32% de los encuestados manifiesta que estaría dispuesto a pagar entre un 10% y un 15% más del precio base por adquirir un producto sostenible y casi un 20% estaría dispuesto a pagar entre un 6% y un 10% más.
“Las empresas que sean capaces de conectar las aspiraciones de las personas con sus necesidades como consumidores, y transformarlas en elecciones de compra más lógicas, sencillas y atractivas en precio, serán las compañías que liderarán el mercado del consumo”, señaló García – Orcoyen durante la presentación del acto. En este sentido, las nuevas tecnologías y las redes sociales son las que garantizan una apertura cada vez mayor de los canales de comunicación entre empresas y consumidores. “Una de las claves por las que el Foro Estilo Sostenible, lanzó hace ya más de un año la plataforma www.consumeconcabeza.es. Una plataforma donde promover nuevos estilos de vida y exponer el compromiso con la innovación en la nueva era de consumo de las compañías del Foro” concluyó. Juan José Roque subrayó, además, que “resulta evidente la necesidad de una transformación global hacia nuevos modelos que permitan alinear el desarrollo económico y la sociedad del bienestar con la disponibilidad de recursos que, en definitiva, es garante del desarrollo de la industria y del bienestar”.
Los resultados de la encuesta y los datos obtenidos en otras fuentes y estudios, reflejan que, aunque los ciudadanos están cada vez más familiarizados con los aspectos ligados a la sostenibilidad y al consumo responsable, no conocen con exactitud el significado ni el alcance de estos conceptos. Por otro lado, el análisis del actual papel de las administraciones públicas y las empresas demuestra que, la colaboración entre ambas esferas será clave para el cambio hacia un nuevo modelo de consumo.
Empresa y Administración Pública
Las empresas coinciden en señalar el precio como el factor actual de decisión de compra. Además, según las compañías españolas encuestadas por Deloitte “el liderazgo pasa, inexorablemente, por la búsqueda de ventajas competitivas a través de la eficiencia y la integración de la sostenibilidad en el núcleo del negocio”. Por su parte, Juan José Roque ha subrayado que “las organizaciones líderes no pueden esperar el impulso regulatorio o el cambio en la demanda si no que deben perfilarse como actores impulsores del cambio”.
Las empresas entrevistadas coinciden también en las dificultades que conllevaría el desarrollo de un sello único de sostenibilidad y en el papel de las Administraciones Públicas que, en su opinión, no deberían sobre regular en la materia sino buscar la simplificación administrativa, la unidad de mercados y la homogeneización de criterios. Finalmente, los organismos públicos coinciden en la necesidad de educar y concienciar a la ciudadanía pero no existe un consenso sobre el liderazgo que debe desempeñar la Administración al respecto, qué responsabilidades debe de tener cada una de las partes y, sobre todo, respecto al origen de los fondos necesarios para la financiación de este tipo de iniciativas.
Una hoja de ruta en materia de sostenibilidad
Con el objetivo de analizar las distintas posibilidades hacia un nuevo modelo de producción y consumo que considere los aspectos de sostenibilidad en toda su cadena de valor, Deloitte ha presentado este monográfico que pretende ayudar a organizaciones y administraciones públicas a trazar una hoja de ruta en la materia.
“Un modelo de producción y consumo no puede entenderse si no es de forma transversal en toda su cadena de valor y el ciclo de vida de los productos / servicios. Por este motivo, es necesario contar con el compromiso de los tres actores implicados en el cambio de modelo y no debatir sobre cuál de ellos debe impulsar dicho cambio”, señaló Helena Redondo, socia del área de Sostenibilidad de Deloitte. Entre las conclusiones del estudio se destaca la necesidad de formación y educación ciudadana – que impulse el cambio de “consumidor” a “ciudadano”-, de liderazgo e innovación empresarial y de coordinación de las diferentes Administraciones Públicas y, a su vez, con el mundo empresarial para dar un enfoque global a un aspecto global. “Resulta imprescindible que empresas y Administraciones trabajen de forma conjunta con el objetivo de maximizar la relación entre el retorno empresarial y la sostenibilidad de los recursos”, recordó Redondo.