El próximo día 24 de abril se celebrará a nivel mundial el Día internacional de Concienciación sobre el Ruido. El lema elegido por la SEA para ese día es «El buen ambiente sonoro es responsabilidad de todos»
El Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido es una actividad que se desarrolla a nivel mundial, desde hace más de 15 años, el último miércoles del mes de abril, con el propósito de promover a nivel internacional el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concienciación sobre las molestias y daños que generan los ruidos.
Los actos de concienciación sobre el ruido provomidos por la Sociedad Española de Acústica para este día, están especialmente destinados a las poblaciones infantil y juvenil, propiciando que en un gran número de centros escolares de la Comunidad de Madrid y de otras comunidades autónomas, se desarrollen actos que ayuden a crear una mentalidad respetuosa con el medio ambiente acústico, siendo el colofón de las campañas de buenas prácticas sonoras, que preparadas por la Sociedad Española de Acústica, se ponen a disposión de todos los centros escolares que deseen incluir estas enseñanzas en su programa docente. Los actos del Día Internacional sin Ruido finalizan manteniendo “60 segundos de Silencio”, a las 12 horas, al objeto de que cada participante pueda percibir el ambiente sonoro que le rodea.
Actualmente, el impacto del ruido en la audición, la salud y la calidad de vida está totalmente aceptado y demostrado por un gran número de estudios científicos y médicos.
El ruido está considerado como un agente contaminante del mundo moderno, el agente contaminante “invisible”, y hoy día los individuos y las comunidades no aceptan que el ruido sea un producto “natural” del desarrollo tecnológico, y en consecuencia se debe regular y controlar.
El ruido, como otros agentes contaminantes, produce efectos negativos en el ser humano, tanto fisiológicos como psicosomáticos, y constituye un grave problema medioambiental y social. La lucha contra el ruido es una acción individual y colectiva, el ruido no lo hacen solo los demás, sino que lo hacemos todos.
La lucha contra el ruido precisa, por tanto, de la concienciación y colaboración ciudadanas, así como de una implicación decidida y eficaz de las administraciones competentes, con una legislación y normativas adecuadas.