Cuando en 2011 la Asociación Hispania Nostra puso en marcha los Premios de Buenas Prácticas en sus tres categorías, tenía como propósito no sólo destacar actuaciones ejemplares en las tareas de salvaguarda y mejora del Patrimonio Cultural Español sino también incorporar una visión más amplia del concepto de Patrimonio y de los medios para protegerlo.
Hispania Nostra eligió tres campos específicos en los que buscar no ya la buena actuación sino la excelencia si fuera posible: los trabajos sobre el territorio y el paisaje considerados como elementos inseparables de nuestro Patrimonio Cultural; la búsqueda racional de la utilización del Patrimonio como factor de bienestar social, de generación de recursos y de empleo y la correcta señalización de los lugares y objetos patrimoniales para su mejor comprensión y accesibilidad.
Hemos sido testigos, en este ámbito del Patrimonio como en otros, de cómo en los últimos tiempos no primaban el beneficio del tratamiento del objeto ni la búsqueda de su mejor entrega a las generaciones futuras, como demandan nuestras leyes. La falta de estudios previos, la ambición desmedida en las actuaciones, la ausencia de fines concretos de funcionalidad, los concursos que obligaban a las empresas a acudir a los más pobres recursos y materiales, entre otros síntomas, nos muestran que debe corregirse esta orientación a favor de otra que mejore los objetivos y los resultados, que prime el interés público sobre el privado, que haga compatible el uso y disfrute con la conservación del Patrimonio. Estos no son otros que desarrollar una civilización de buenas prácticas entre los ciudadanos y entre los gestores y responsables de la conservación del Patrimonio. Hispania Nostra, además de convocar sus premios, desea promover debates y reflexión sobre sistemas que protejan el Patrimonio Cultural y Natural de una manera eficaz y pragmática. Para ello ha puesto en marcha, con el apoyo de la Fundación ACS, la Fundación Banco Santander y el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid, esta Jornada en la que participarán cualificados profesionales, a la que seguirán otras, con la esperanza de ir creando un corpus doctrinal que pueda ser de utilidad para los gestores de Patrimonio