descarbonización del sector de la construcciónjoffi @ Pixabay

La revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios busca la descarbonización del sector de la construcción de aquí a 2030, para conseguir que sea climáticamente neutro en 2050

Según la Comisión Europea, los edificios de la UE son responsables del 40 % de nuestro consumo de energía y del 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. El 15 de diciembre de 2021, la Comisión Europea aprobó una propuesta legislativa para revisar la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, que forma parte del paquete conocido como «Objetivo 55». La nueva Legislación Europea sobre el Clima (de julio de 2021) convirtió los objetivos para 2030 y 2050 en vinculantes..

Objetivos de descarbonización del sector de la construcción

A partir de 2028, todos los edificios nuevos deberán ser de cero emisiones. En el caso de los ocupados o explotados por la Administración pública, o de su propiedad, el plazo será 2026. A más tardar en 2028, todos los edificios nuevos deberán estar equipados con tecnología solar cuando sea factible desde el punto de vista técnico y económico (en el caso de los edificios residenciales en los que se hagan reformas de consideración el plazo se alargará hasta 2032).

Los edificios residenciales tendrían que conseguir, como mínimo, la clase energética E en 2030, y la D en 2033 (en una escala que va de A a G, esta última corresponde al 15 % de edificios menos eficientes del parque inmobiliario nacional de un Estado miembro). Los edificios no residenciales y públicos tendrían que conseguirla en 2027 y 2030 respectivamente.

Los Estados miembros deberán prever en sus planes nacionales de renovación las medidas necesarias para alcanzar estos objetivos.

Medidas contra la pobreza energética

Los planes nacionales de renovación deberán incluir sistemas de apoyo para facilitar el acceso a las subvenciones y la financiación. Los Estados miembros deberán instaurar puntos de información gratuita y programas de renovación que no conlleven costes. Las medidas financieras deberán prever una prima importante para las renovaciones de gran calado —especialmente para los edificios con peor rendimiento energético— y deberán incluir también subvenciones y financiación específicas para los hogares vulnerables.

Excepciones

Las nuevas normas no se aplicarán a los monumentos. Los países de la Unión podrán excluir también, si lo desean, los edificios protegidos por su valor arquitectónico o histórico, los edificios técnicos, los de uso temporal y las iglesias y lugares de culto. También podrán hacer una excepción con la vivienda pública social, en aquellos casos en que una renovación llevaría aparejado un aumento del alquiler que no podría compensarse con el ahorro en la factura energética.

Los eurodiputados también quieren que los Estados miembros puedan ajustar los nuevos objetivos a una proporción limitada de edificios en función de la viabilidad económica y técnica de las renovaciones y de la existencia de mano de obra cualificada.

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