El Gobierno de Cantabria ha declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de zona arqueológica, las fortificaciones del Brusco y el Gromo, ubicadas en Santoña y Argoños, respectivamente. Dichas fortificaciones fueron construidas en la Guerra de la Independencia.

A finales de 1812, ante la amenaza de un posible ataque a la plaza por parte de las tropas españolas, los mandos militares franceses decidieron ocupar las cumbres del Brusco y del Gromo, que dominaban el acceso a Santoña. Las tres fortificaciones que se protegen acabaron de construirse en 1813. Las tropas españolas atacaron el 25 de marzo de 1814 a las tropas francesas que se encontraban en el cuerpo de guardia y en el reducto del Brusco. Parte de la guarnición pudo escapar hasta el fuerte del Gromo, que fue conquistado por las tropas españolas al día siguiente.

El cuerpo de guardia se levantó en la mayor altura del espolón que el monte del Brusco tiene hacia el norte, dividiendo las playas de Noja y Santoña. Su misión era hacer de punto de observación del mar abierto. Actualmente, sólo se conserva un pequeño parapeto formado por tres hiladas de piedra, trabadas a hueso.

Por lo que respecta al reducto del Brusco, la fortificación principal de este monte, adapta su forma a la fragosidad de la cima y es de escasa superficie. Su entrada se realizaba por una especie de tronera que servía a nivel a la que se subía con una escalera de mano y consistía en una muralla o parapeto irregular de piedra seca, tabicada con piedra y barro, y revocada por fuera con un poco de mezcla, de desigual anchura.

En su interior, se emplazaba un barracón rectangular con dos departamentos, uno para el oficial y otro para una veintena de soldados. Resultaba de difícil acceso por todas partes debido a la espesura del bosque que lo rodeaba. Lo inaccesible del terreno, empinado y poblado de vegetación, impedía la subida y colocación de artillería. Tras su conquista, fue desmantelado y abandonado, no volviendo a ser ocupado. En la actualidad, se conserva, prácticamente en su totalidad, el alzado de la muralla.

Fuerte del Gromo, una joya de las fortificaciones de la campaña de la Guerra de la Independencia

La sierra o monte del Gromo en Argoños es una elevación alargada e irregular, rodeada de marismas y que quedaba casi aislada durante las grandes pleamares. Su mayor altura tiene alrededor de 80 metros. Era un punto importante porque dominaba la única vía de acceso terrestre a la Villa de Santoña.

El fuerte del Gromo es una joya de las fortificaciones de campaña de la Guerra de la Independencia. Todo el fuerte era de tierra arcillosa sin revestimiento alguno, aunque el interior de su parapeto a barbeta estaba revestido de tepes. Posee forma de semiestrella irregular, con su gola al este (el lado que miraba a la bahía y el puerto), defendida con un medio frente de fortificación y entrada con puente levadizo.

El resto de los frentes estaban constituidos por varios ángulos entrantes y salientes con foso, camino cubierto y glacis. En su espacioso interior acogía tres cuerpos de guardia, dos cuarteles y un pequeño repuesto. En la actualidad, aún queda en pie toda su estructura.

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