El Patronato de la Alhambra y Generalife ha obtenido el XX Premio Alhambra otorgado por la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos de acuerdo con el fallo del Jurado dado a conocer en el LX Congreso Nacional celebrado en Málaga entre el 7 y el 11 de mayo pasados.
El trabajo que ha merecido el galardón ha sido la Integración paisajística y patrimonial del nuevo Teatro del Generalife, labor en la que el Servicio de Jardines, Bosques y Huertas ha venido trabajando desde la conclusión de las obras en el año 2005.
Tras la profunda remodelación realizada del anfiteatro para la mejora de sus instalaciones, el aforo y confort de los espectadores, y la accesibilidad, se afrontaron los trabajos de ajardinamiento e integración paisajística, labor que se extendió hasta las arboledas inmediatas, el Paseo de los Nogales y los espacios de transición hacia las huertas.
Directriz esencial de todas estas actuaciones de composición vegetal ha sido el mantenimiento de la identidad material del espacio hortícola anexo y la recuperación de la relación paisajística entre la Alhambra, el Albaicín y el propio Generalife.
Las formas y materiales del nuevo anfiteatro evocan el espacio hortelano en que se inserta: cubiertas planas de los edificios, transición escalonada entre los diferentes volúmenes construidos, colores de pavimentos y muros,… recuerdan las inmediatas terrazas y bancales de las huertas y los tapiales con que se hallan conformados.
En sintonía con los tapices de color del Patio de la Acequia, especies herbáceas vivaces y perennifolias, y subarbustivas cubren los más de 770 m2 de superficie de las terrazas de los edificios, ofreciendo en toda época del año un notable atractivo visual. El efecto pictórico de este espacio seduce con frecuencia al espectador por el equilibrio y belleza de luces, formas, texturas y colores que se conjugan como si se tratara de un cuadro impresionista.La vegetación utilizada mantiene también una relación estrecha con la que se halla en los espacios cultivados y jardines cercanos. Ciprés, naranjo amargo, granado y arrayán presiden los diferentes ambientes generados.
La actuación alcanza también el Paseo Bajo o de los Nogales, eliminado las pantallas visuales existentes de envejecido ciprés que se sustituyen por una alfombra de color y aromáticas que juegan con el horizonte lejano de la ciudad y Sierra Elvira, permitiendo revalorizar patrimonialmente las áreas de cultivo, evidenciar la importancia que tuvieron ya en época medieval como espacios hortelanos sustento de la ciudad palatina, y recuperar el diálogo visual y estético entre la ciudad, la Alhambra y la almunia del Generalife.